Desde hace más de un año, tengo una gran ilusión por ser mamá. El instinto maternal nunca ha estado "apagado" en mí, siempre he sido muy "niñera" gracias a mi madre que también lo es. Pero en agosto del año pasado, mi vida dio un vuelco y me di cuenta de que, cuando las cosas se ponen feas, te das cuenta de lo bien que vives, lo mucho que tienes y la suerte que tienes...
Este instinto maternal ha estado priorizando mi vida en estos últimos meses, hasta puntos insospechados... y aunque tal vez suene raro, a veces no me sentía dueña de mis actuaciones, actitudes, pensamientos, palabras, malos ratos y buenos... Alguien se había metido dentro de mí, llena de un amor terriblemente bonito por los niños, por mimarlos, por cuidarlos y por intentar educarlos de la manera más correctamente posible. Correctamente según el parecer de su papá y el mío, de nadie más... Porque un hijo criado según lo que digan los demás, es un hijo "perdido" eso creo yo...
Mi miedo actual es... ¿Tengo que posponer mi maternidad por haber encontrado un trabajo "en condiciones"? Mi cabeza lógica me dice que sí, que al menos hasta que me hagan indefinida, pero mi corazón me dice que, por mucho que lo intente, eso me va a hacer daño y lo único que voy a conseguir es estar peor, no centrarme y, sobre todo, vivir una vida que no quiero vivir. Siempre he creído que en la vida juegas con una sola carta, te puede salir bien o mal, pero termina por salir...
Anoche lo pasé regulín, por el estrés de todo el día, pero hoy me he despertado positiva... Si me quedo dentro de 2 meses, a nadie le importa... Si me renuevan perfecto, si no... Ya encontraré otra cosa. No quiero priorizar el trabajo a mi vida: TRABAJO para vivir, no VIVO para trabajar...!!!
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